
Los remedios del Dr. Bach constituyen el primer sistema terapéutico natural en emplear esencias ó elixires florales en el tratamiento de desequilibrios emocionales, este método que posee ya vigencia internacional, fue creado en 1935 en Gales, Inglaterra, por el Dr. Edward Bach, médico inglés, cirujano, bacteriólogo y homeópata.
Es en estas últimas décadas donde el interés científico también se ha volcado en poder comprender porque enfermamos de la forma en que lo hacemos, encontrando una profunda relación entre el estrés emocional y las enfermedades físicas, demostrando como los desequilibrios emocionales pueden alteran el buen funcionamiento del sistema nervioso, los niveles hormonales y las respuestas inmunes, modificando así la predisposición de una persona a las enfermedades ó patologías orgánicas.
Entre los beneficios terapéuticos de las esencias florales podemos destacar la ausencia de toxicidad, ya que estos remedios no poseen principios químicos activos, no generan dependencia física o psíquica y actúan de manera integrativa, holística, armonizando de manera suave y efectiva esa unidad bioenergética que es el ser humano. Por este motivo pueden ser ingeridos por bebés, niños, adultos y ancianos.
La terapia floral posee en nuestros días una comprobada aceptación tanto entre los terapeutas que utilizan remedios naturales, como por los miles de pacientes que ya han experimentado sus magníficos efectos curativos.
La simplicidad de este sistema nos habla directamente del accionar de la naturaleza, generalmente asociamos simplicidad con falta de profundidad y por eso muchas veces podemos restarles importancia. El Dr. Bach hablaba claramente acerca de esto en unas de sus conferencias, “estas hierbas son simples de utilizar para cualquier estudiante de la naturaleza humana, y una de sus propiedades consiste en ayudarnos a prevenir el asalto de la enfermedad orgánica, cuando el paciente aún se halla en ese estado funcional que tan frecuentemente precede a las dolencias físicas, tanto crónicas como agudas”.
Esto implicaría un cambio en nuestra perspectiva personal, sólo realizando cambios en la manera de encarar y “ver” internamente un problema, una situación, podemos realmente dejar de padecer determinados síntomas, tratando además de fortalecer el lado positivo de nuestra personalidad.
Sabemos que nuestros estados emocionales, así como nuestra actividad intelectual y espiritual producen en el sistema nervioso, la aparición, aumento, disminución o supresión de diversas sustancias, como neurotransmisores, hormonas, etc., es decir que lo que piense,sienta y haga cada persona influye en las funciones neurológicas, endocrinas e inmunológicas de su organismo, y por ende en su estado de salud ó enfermedad.
Los síntomas y signos producidos por una determinada enfermedad o dolencia están profundamente relacionados con nosotros, por lo que es muy importante observarlos sin suprimirlos, usarlos como “aliados” insustituibles para nuestro verdadero crecimiento, sólo así podremos descifrar que nos están diciendo acerca de nosotros, “no nos fijemos tanto en la enfermedad, pensemos en cómo ve la vida el enfermo” (Dr. Bach).
Los seres humanos hemos perdido en muchos casos el contacto directo con la naturaleza, la vida en las grandes ciudades ha propiciado la aparición de muchos desequilibrios energéticos para los cuales se necesitan remedios de naturaleza vibracional y no química que permitan reestablecer esa energía “sutil” llamada de diversos y diferentes nombres por las distintas corrientes de la medicina natural y tradicional como “Qi” ó “Chi” para la cultura china, “Prana” para la cultura Hindú ó “energía vital” para los vitalistas y Homeópatas. Insertos en un mundo cada vez más trivial, hemos olvidado nuestra relación con el cosmos y con lo divino de nuestra propia naturaleza humana; Las culturas más antiguas y significativas siempre han tenido esto presente, han respetado los ciclos lunares, las estaciones, es decir, han permanecido atentas al lenguaje de la naturaleza.
Si alma y personalidad, psique y soma, yin y yang, luz y sombra están en armonía habrá salud; si por el contrario alma y personalidad entran en conflicto como postulaba el Dr. Bach, la enfermedad se hará presente, perdiendo entonces el equilibrio entre el pensar, el sentir y el actuar.
Si la utilización de remedios de origen vibracional como los homeopáticos ó florales, han podido sostenerse en el tiempo esto indica claramente que es su efectividad la que ha mantenido su vigencia.
Es muy interesante por otro lado ver como actualmente la terapia floral a ingresado a lugares donde no habíamos podido imaginar tiempo atrás, en uno de nuestros viajes a China hemos podido constatar como en Taiwán se ha incorporado recientemente la utilización terapéutica de los remedios florales de Bach, en el departamento de medicina preventiva. Quizás por eso, podríamos decir que aquellas terapias que respetan al ser humano y a la naturaleza pueden adaptarse a cualquier contexto sociocultural sin perder nunca su verdadera esencia.